En las sombras de la noche, un misterioso vecino me atendió de la manera que siempre había deseado. Su presencia era magnética, su mirada profunda como un abismo oscuro y tentador. Cada encuentro con él era un baile peligroso entre la lujuria y el deseo prohibido.
Su casa estaba envuelta en un aura de magia y misterio, y yo no pude resistir la tentación de adentrarme en su mundo de placer y éxtasis. Al cruzar el umbral, fui recibida por una suave melodía que parecía acariciar mi piel y despertar mis sentidos dorm